Arcángel Miguel. El mito y la presencia

Uno de los temas más importantes e interesantes sobre todo porque nos invita a la reflexión, especialmente en la Edad Antigua de nuestra cultura es el de los ángeles, que definiremos para evitar complicaciones teológicas, que son energía que transita libremente entre el espacio físico y el metafísico, o también los podemos racionalizar como estructuras de influencia metafísica que se manifiestan entre dimensiones. También son muchos los testimonios de los hombres, santos y místicos, que durante la historia que han teorizado y catalogado la teología de los ángeles, según escriban de ellos los Padres de la Iglesia, los místicos, los escolásticos, los apologistas y demás introducidos en tan curioso y fascinante campo de la realidad teológica.

Pero se detiene especialmente en aquellos autores que los tienen por númenes separados o, en algún momento de su existir anterior, tuvieron o van a tener mucha importancia para la historia de la salvación. La escatología, especulativa –qué les acontecerá a los ángeles dentro de siglos y siglos– e informativa o expositiva –qué dicen los Santos Padres de los ángeles almas–, así como sus manifestaciones en la historia ya que las revelaciones escrita y la oral se nos ofrecen para todos los hombres cultos entonces, lógicamente, para conocer lo que las religiones nos transmite en el campo de la angelología. 

Bajo el término "entorno", la Teología de la Revelación o Teología Bíblica entiende todo aquel contexto personal y religioso histórico que condiciona de una u otra manera la relación del Eterno con la historia. En el contexto del texto bíblico de Lucas, el "entorno" lo constituye el Tercer Evangelio, su Proemio y el relato inmediatamente antecedente del anuncio del nacimiento de Juan Bautista. Gabriel, en estos relatos anteriores, y desde el interior de las estructuras del Templo, es presentado ante Zacarías con rasgos propios del Arcángel, aunque en ningún momento se hace una presentación clara de su figura y de sus funciones dentro de la historia de la salvación. 

La situación histórica del "decorado profano" que rodea a la escena del anuncio del nacimiento de Juan y de la escena misma del anuncio, nos va a permitir entender el trasfondo cultural del texto de la visita a María. Aparece enfatizada en Lucas la figura de María, la madre que, dando su consentimiento personal, toma en mano el cauce indispensable para el nacimiento y cumplimiento del plano salvífico de Dios. María, como esposa, es figurada por Lucas como mujer entregada por amor al servicio del hombre.  Esta situación del corazón expreso aparece indisolublemente ligada al ámbito de la salvación. Con ella, el autor de Hechos se sobrepasada esa situación hacia un ámbito mucho más abierto en cuanto que su relación particular y personal toma una dimensión comunitaria y continua con la obra del espíritu en la historia de la humanidad.

Es decir que la acción del espíritu universal se desprende dentro de si mismo para estar omnipresente, actuando en situaciones críticas dentro de nuestra vida, por eso la mente tiene que estar atenta a los procesos de sincronicidad de las acciones que nos rodean y es ahí donde la extraña presencia de detalles que no notarias en un día normal, es aquello que nos indica que hay un ángel en nuestro camino.

El arcángel Miguel es una presencia poderosa de salvación de la injusticia y nos ayuda a que nuestro camino sea el mejor para nosotros, es decir es aquella voz interna que nos calma en un momento muy tenso y estresante. El arcángel Miguel actúa de forma sutil, en detalles como tropezarnos antes de pasar una calle, cuando un auto se pasa un pare o un semáforo, de otra forma nos hubiese atropellado. Ese es nivel de acción que no notamos en el día, pero que debemos agradecer a los ángeles por haber llegado con bien a un descanso reparador. Tranquilo, puedes hablar al arcángel que Miguel te escucha. 

San Miguel Arcángel en su representación más conocida, es la con la lanza pisando la cabeza del demonio representado por un dragón y sosteniendo el libro del destino. Esta iconografía significa que es un batallador, protector de las huestes del mal que nos quieren arrebatar el destino y apartarnos de las maravillas del regreso cuando sea nuestro tiempo.  

los fieles a su presencia pueden acudir a él cuando necesiten apoyo para combatir las fuerzas del mal, la oscuridad que acecha al ser humano, los ataques psíquicos, la ignorancia, las energías negativas, los apegos materiales y emocionales. También puede defendernos contra peligros físicos como robos y accidentes. Su papel en la lucha contra el mal le otorgó un estatus especial como protector divino desde hace muchísimos años.

A lo largo de la historia, las enseñanzas espirituales han proporcionado directrices sobre cómo conectarse con el arcángel Miguel para recibir su protección. Pues su representación energética es el triunfo del bien en contra del mal. También representa la lucha interna que tenemos al tomar decisiones de las cuales tenemos el presentimiento de su trascendencia, el arcángel también es fuerza espiritual, batallador y vencedor ante la maldad, representa además esa fuerza interior que nos impulsa a seguir adelanta en esta justa batalla de cada día. 

Para los católicos por lo que el 29 de septiembre, fecha cuando se le celebra, es día de fiesta y una excelente oportunidad para sentir su divinidad. El color asociado a este arcángel es el azul, por lo que puedes apoyarte para invocarlo con una vela de ese color. Antes de prenderla, visualiza una luz azul que te ilumina y cuando sientas una sensación de paz, pide que te proteja de cualquier mal.

La oración que le corresponde es la siguiente:

“San Miguel Arcángel defiéndenos de la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Se nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que ambulan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.